martes, 22 de noviembre de 2011

A TODA MÁQUINA


La versión marica de Don Ramón. 

ANO- Salò. Álvaro Salóm Becerra no era de Salò, pero lo tenía todo muy claro, la caída del Imperio de Benito no sería el final de Don Benito, huirían al norte y el régimen del amor y la caca arremetería como una locomotora de vapor. FALSO de toda FALSEDAD: Es el enunciado de quienes creyeron que la guerra la ganaron los aliados. En el Norte de Italia, está la más selecta y tierna Ultraderecha de la Bella Europa Continental. Charles Maurras compró un esclavo Soachuno, llamado así porque tenía su finca en el sur de Bogotá, el nombre de este belitre fue Nicolás Gómez-Dávila, quien escribió el opúsculo y organón de la charlatanería snob del altiplano cundiboyacense. En el escroto de Maurras emergieron sus más sutiles y cristianos aforismos. Maurras le revolcó la cagalera, como diría Doña Marina, la empleada del servicio doméstico que le sirvió al filosofucho colombiano. Entretanto, el fantasma de Benito seguía comiendo mierda con cubiertos de plata, toda una princesa que fue empollada por el Führer. Ahora ha llegado un par de nuevas sirvientas: Silvio Berlusconi y Álvaro Uribe Vélez. Ahora sí se les va a poner ese ANO como una orqueta, dijo Martin Luther King, el guardián de ese refugio llamado Saló en Alabama.  Llegarán más y las fiestas de Bocaccio serán piñatas.


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