miércoles, 27 de julio de 2011

PRESUNTO FALLECIMIENTO

-ANO. La Paz. ¿Habrá algo que importe? No, definitivamente no. Entonces se puede escribir sobre lo que sea, hacer de cualquier suceso normal una noticia. Y lo más normal que hay es morirse. Hoy, por ejemplo, se murió Weimar Rebollo en el cementerio de los elefantes, ese lugar donde la gente se encierra bajo llave en un cuartucho con un tarro de alcohol y una bacinilla hasta morir por beber tanto. Del cuarto sólo sale el cadáver. Así han muerto muchos, incluso, se le adjudica esa muerte al escritor Víctor Hugo Viscarra, pero lo más probable es que no haya sido así. También es probable que Rebollo no haya fallecido y, más probable aún, que ni siquiera haya nacido.  

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