viernes, 21 de octubre de 2011

SE EMBORRACHÓ LA POLLICIDA

El pelícano olvidando sus penas.

ANO- Santa Cruz de la Sierra. A pesar de su carácter polluno, él era un pelícano que emprendió el vuelo por las sierras nevadas de los Andes. Muchos cóndores lo pisaron, considerando su sensual pico. Mucho gallinazo lo afrentó amenazado con sus plumas. Pero el pelícano, con el arrojo de un púgil africano que muere de hambre en un campo de concentración, los picoteó a todos y a todos les dejó la impronta de su vuelo borracho. Vienen los horizontes en los que el ave sigue zurcando sueños podridos de pollos que se mueren en asaderos bolivianos sin dar la pelea, como gallos que jamás fueron. ¿En dónde está el Dios de ese pollo? ¿Será acaso un medio pollo? Estará adobado con lágrimas de mostaza y acompañado de papitas fritas? EL futuro del pollo será el mismo del pelícano: el olvido andino .

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