martes, 14 de junio de 2011

TRABAJA COMO COSACO, LLORA COMO BERRACO

ANO– Kiev. El hombre caucásico que aúlla a la luna de las estepas ucranianas, se llama Nikola Popenko . Como es natural, entre los conductores de camión, lleva el mayor tiempo de su vida bebiendo y maldiciendo su estrella. Hace cinco años se enteró de que era el heredero de una fortuna de un familiar ruso al que nunca conoció, encaminado a la tumba en una soledad tan absoluta que el único familiar cercano que encontraron las oficinas de San Petersburgo fue Nikola. Sin embargo, Popenko no sólo ha rechazado la fortuna, sino que afirma ser presa de una maldición ancestral. Por la misma época que le informaron de la herencia, asegura, constató en una trifulca, mientras le sangraban las manos, que estaba mortalmente enfermo de lo que considera es la sarna de todo hombre. Nadie sabe en qué consta esta enfermedad, sólo se le puede ver ebrio, rechinando los dientes, golpeando el taburete y pidiendo más vodka hasta que muera lo que se asegura es un duende que lo posee. Sobre la fortuna asevera que jamás la reclamará, pues no acepta dinero de extraños y mucho menos, de extraños que tuvieron la desgracia y el malgusto de ser sus familiares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario